El mejor regalo

miércoles, 9 de mayo de 2007


-¡Mira, tinterillo, quién acaba de entrar por la ventana!
-¿Quién? -pregunté a Don Quijote, sacando del tintero un largo cuello de alimoche negro (si es que los hay).
-Es Toby que, una vez más, regresa de su excursión nocturna fin de semana.
-¿Y ese sobre que trae atado a la cintura?
-¿A ver? ¡Ven aquí, Toby!
Toby se acercó silbando, como si nunca hubiera roto un plato, y dejó a Don Quijote coger el sobre. Lo abrió y extrajo un largo escrito.
-¿Quién lo envía y qué pone? -pregunté.
-Es una carta que, desde la ínsula de Patataria, nos envía el candidato del partido del Sentido Común. Textualmente dice: "En Patataria se han realizado sondeos de opinión sobre el partido que será más votado en las próximas elecciones y todo apunta a que ganará el partido del Sentido Común. Y, como aquí es archirreconocida la extraordinaria facultad del hidalgo Don Quijote para resolver los más espinosos problemas de cada día, acudo a su merced para que apoye la candidatura de mi partido y me ayude a preparar un programa atractivo y eficaz para la renovación de Patataria, aportando soluciones a las necesidades más apremiantes. Según los muchos mensajes de las madres de los jóvenes habitantes de Patataria, incluidas las de tantos inmigrantes llegados de todas partes, ellas viven angustiadas ante el futuro sombrío de sus hijos. En primer lugar porque temen que mueran o queden inválidos en algún accidente de tráfico. Sufren también por la situación desesperada de muchos de sus hijos que, tras enormes sacrificios, no logran un trabajo digno, siéndoles prácticamente imposible el acceso a una vivienda. Deploran igualmente la ausencia de una floreciente industria. Y es una pesadilla para ellas el deterioro imparable del medio ambiente.
Mañana, primer domingo de mayo, ofreceremos una fiesta a las madres en la plaza de toros. Colocaremos una tribuna en el centro de la plaza con una pantalla de TV gigante para información de los asistentes. ¿Nos honraréis con vuestra grata visita e inestimable consejo? Os esperamos como agua de mayo. Firmado: el candidato del P.S.C."
-¿Qué te parece, tinterillo? ¿Qué hacemos? -dijo Don Quijote.
-Tanto hemos platicado sobre el tema patatario -respondí- que ya nos lo conocemos de pe a pa. Lo que nos pide el candidato está chupado. Sólo necesitamos completar unos pocos datos socioeconómicos, logísticos y prospectivos, así como realizar unos instantáneos contactos ultrapersonales con los señores implicados en el asunto y, a continuación, plasmar la información en un DVD, dotándola de realidad virtual paralela, cosa que Edu hará con los ojos cerrados.
-No me he enterado de nada, tinterillo, pero confío en lo mucho que has aprendido de tantas plumas como has alimentado en tu larga y concentrada existencia.
-¡Manos a la obra! -exclamé- pues sólo contamos con esta tarde del sábado. Su merced vuele con Toby a Patataria y recabe información. Yo, mientras, dialogaré por internet con determinados agricultores patatarios, así como con los marqueses de los Cándidos Pendones, dueños del latifundio que se extiende al otro lado de la sierra de Patataria, que lo tienen baldío y dedicado sólo a sus aficiones de cetrería y caza del lagarto.

Don Quijote se colgó del cuello una cámara digital y montó sobre Toby que, como una exhalación, se perdió tras el horizonte. Mientras, yo me puse a escribir y dibujar frenéticamente, rellenando en un periquete veinte folios, por las dos caras, como introducción del proyecto. Pasada media hora volvió Toby con la lengua fuera y Don Quijote destilando felicidad y agitando en el aire numerosas escrituras y contratos firmados por ricos propietarios de Patataria. En seguida completé el proyecto añadiendo los acuerdos logrados. Dejé intencionadamente el mazo de papeles sobre el escritorio de Edu, con una nota insinuante que decía: "Quizás podría servirte el contenido de estas páginas para alguna práctica de laboratorio si lo transfieres a un DVD, dándole realidad virtual. De todos modos alguien lo necesita urgentemente".
Después nos echamos a dormir. Tanto nos habíamos estrujado las neuronas que, hasta las nueve de la noche del domingo, estuvimos durmiendo de un tirón. Un portazo nos sacó de nuestros dulces sueños. Era Edu que salía con Xemi y los padres a dar un paseo en el coche. Asomé la cabeza y vi el DVD resplandeciente como un lucero de plata sobre los folios.
-¡Vamos, señor! -grité a Don Quijote, loco de contento- ¡Ya tenemos el DVD!
-Pues corramos como el viento a Patataria -exclamó el Hidalgo.

Don Quijote emitió un silbido y Rocinante apareció, diligente, con una bolsa de tela colgando a ambos lados de sus costillares a modo de serón. Toby saltó sobre el cuello del caballo, el cual, sonriente, meció la cabeza y nos miró enseñándonos los dientes. Don Quijote y yo nos introdujimos en el serón, uno a cada lado. Yo trajeado como un ejecutivo, con gafas oscuras y un maletín en el que llevaba el proyecto y el DVD. Toby ladró y sacudíó las riendas de Rocinante que saltó por la ventana y voló a 250.000 km por hora. Ni que decir tiene que, en un suspiro, llegamos a Patataria. Eran las nueve y media de la tarde cuando nos posamos sobre el paseo del parque que precede a la plaza de toros. Los asistentes debían estar impacientes, a juzgar por las voces coreando: "¡Que empiece ya, que el público se va!".
Un alguacilillo de la plaza debió descubrirnos y alertó a las autoridades, pues de inmediato, toda una batería de cohetes, morteros y bombas pirotécnicas estalló en el cielo crepuscular, dibujando surtidores de palomitas de colores y aspas de fuego, mientras la banda municipal tocaba los acordes de Madrecita María del Carmen, coreada por todos los presentes que nos recibieron de pie y aplaudiendo a rabiar..
Entramos en la plaza y avanzamos hasta la tribuna. Saltamos ágilmente sobre la tarima y el candidato se acercó hasta nosotros. Rocinante, derrengado, se echó al pie de aquélla, mientras Toby se marcó unos remolinos en la arena, tratando de morderse el rabo.
El candidato rogó silencio a través de los altavoces y explicó la razón de nuestra presencia. Después cedió la palabra a Don Quijote. Yo me senté frente a la gran pantalla, a la mesa en la que había un ordenador y un aparato reproductor de DVD. Coloqué el disco y empezó la emisión, al mismo tiempo que Don Quijote iniciaba el discurso con voz firme y persuasiva.
-Hemos venido a Patataria -dijo-, invitados por el candidato del P.S.C., a felicitar a las madres de los habitantes de esta ínsula y ofrecerles nuestro regalo. Según nos ha informado el candidato, del cielo de Patataria pende una amenazadora espada que os angustia y arrebata el sosiego. Esa espada tiene seis filos que acabarán despedazando la ínsula si no se pone remedio urgente a los seis problemas siguientes. Uno: el gran número de jóvenes que aquí se encuentra en situación de paro. Dos: la práctica imposibilidad que tienen los jóvenes de adquirir una vivienda. Tres: la total ausencia de industria. Cuatro: la existencia dentro del término de la ínsula de un latifundio enorme al otro lado de la sierra. Cinco: el desastroso deterioro del medio ambiente, causado principalmente por la emisión de gases de los automóviles. Seis: la terrible masacre de vidas, especialmente jóvenes, que mueren o quedan inválidas en accidentes de tráfico... Pues bien, -continuó tras una breve pausa y señalando a la pantalla- observad las dilatadas extensiones de terreno improductivo, apenas adornado con míseros arbustos, propiedad de los marqueses de los Cándidos Pendones. Hemos negociado con ellos, llegando al acuerdo de que ellos cederán el terreno a la comunidad patataria a cambio de que el señor marqués ostente el cargo de presidente del consejo de administración de la factoría RAILCARRSOLAR, que se ubicará al sur del latifundio.
-¡Vivan los marqueses! -gritó un pelota.
-¡Viva la factoría! -chilló otro saltando.
-¡Vivan los patatarios, coño! -remató un tercero.
-También se establecerán -continuó Don Quijote levantando la mano- al norte de la gran campa, unos laboratorios especializados en la elaboración de jarabe afrodisíaco de patata, cuya materia prima será suministrada por los productores que experimentan exagerados excedentes de patatas. También se elaborarán en los laboratorios cremas para el cutis con babas de caracol, aprovechando la abundancia que de estos moluscos hay en la sierra, al pie de los almendros. Recientemente se ha descubierto que la baba de caracol es muy eficaz contra las arrugas, como pueden observar en las imágenes que el señor Tintergates nos está mostrando en la pantalla. Pero ¡ojo! deben adoptarse ciertas precauciones, ya que una indiscriminada aplicación sobre la frente pudiera provocar la aparición de cuernecillos retráctiles, aunque no irreversibles.
-¡Abajo esa propuesta! -vociferó un aludido- ¡Terminarían con nosotros!
-De ninguna manera -aclaró Don Quijote-, por el contrario, los caracoles serán alimentados y mimados con exquisitez, siendo sus babillas recogidas, sin detrimento alguno de sus blandos y aerodinámicos cuerpos. -Y continuó diciendo-:
En la factoría RAILCARRSOLAR se fabricarán coches y camiones alimentados por energía solar, los cuales, en sus desplazamientos por carretera, se deslizarán por un rail al que irán férreamente abrazados con un puño mecánico imposible de abrir sin una orden expresa del conductor. Las carreteras dispondrán de dos raíles, uno de ida y otro de vuelta. La velocidad de crucero será de 150 km/hr. Cada vehículo estará dotado de un potente imán, cuyos polos positivo y negativo se situarán automáticamente en la parte delantera o trasera, de forma que siempre adoptará por delante el mismo signo que el coche o camión que le preceda lleve por detrás, con lo que mutuamente irán discretamente separados, haciendo imposible la colisión. La energía solar se captará mediante grandes placas solares colocadas en las cumbres de la sierra y se acumulará en depósitos que surtirán de electricidad a los raíles. Como podéis observar en la pantalla, coches y camiones se mueven por las carreteras de Patataria a un ritmo preciso, seguro y hermoso como un reloj magnífico.
En cuanto al problema de la vivienda, la solución es fácil. Al igual que las otras inversiones, será un plan urbanístico carente de especulación, llevado a cabo por y para los trabajadores.
En definitiva, -ya lo estáis viendo en la pantalla- la terrible espada que pende sobre Patataria se transformará en un sol de bendiciones. Las dificultades de la puesta en práctica de este proyecto son barbillas que los diestros barberos del P.S.C. habrán de esquilar. Por nuestra parte nos sentimos recompensados con la confianza que habéis puesto en nosotros y muy ilusionados con que nuestras sugerencias sean un pequeño obsequio a las madres de Patataria. ¡Felicidades!

La plaza de toros, llena hasta la bandera, estalló en un aplauso unánime, mezclado de vivas, bravos, agitación de pañuelos, y lanzamiento de gorras, camisas y flores al albero. El candidato, eufórico, nos abrazó y besó, incluso a Rocinante y a Toby. Don Quijote y yo nos acomodados en el serón. Toby sacudió las riendas y, sin más, despegamos de la plaza, siendo despedidos con lágrimas, ¡olés!, cohetes y la canción ¡Patataria, Patataria, Patataria de mi corazón!, cantada por todos los presentes con la música de Clavelitos.

0 comentarios: